martes, 16 de febrero de 2010

Ahorrar con una alimentación equilibrada

Ahorrar con una alimentación equilibrada


Las ventajas de la alimentación equilibrada

Una alimentación equilibrada también nos permite ahorrar. Los alimentos frescos y de temporada juegan un papel fundamental en nuestra cesta de la compra y tienen una doble ventaja: son económicos y están en su mejor momento para el consumo.

Te invitamos a conocer las ventajas de la compra 'inteligente': desde la preparación del presupuesto hasta el ahorro en la despensa. Conoce algunos trucos para sacar el máximo rendimiento a tu alimentación.

Decálogo del ahorro

Podemos ahorrar en casi todos los aspectos de nuestra vida. Te damos ideas prácticas de cómo hacerlo con una dieta saludable.
Te ofrecemos una serie de ideas para ahorrar durante todo el proceso de alimentación, desde la compra hasta la manipulación y conservación de los alimentos.
Realiza una lista y ajústate a ella. Es fundamental para comprar lo que realmente necesitas.
Aprovecha las ofertas tipo 3x2, 2x1... Hay cantidad de productos no perecederos que merece la pena adquirir cuando rebajan su precio.
Elige los formatos más grandes en función de lo que tengas previsto consumir y de las fechas de caducidad.
Los alimentos frescos naturales son una buena opción de ahorro.
La carne de conejo, como el pollo, son baratos y con muy poca grasa.
No conviene hacer la compra con el estómago vacío: te darán ganas de comerte todo el supermercado.
Consume calidad a buen precio. Las frutas y verduras de temporada son más baratas.
Las legumbres, además de ser las proteínas más baratas, son dietéticamente ricas en fibra, vitaminas y minerales.

Las ventajas de los alimentos de temporada

Se encuentran en su momento óptimo de consumo y son siempre más económicos.
Los alimentos de temporada, además de nutritivos y saludables son buenos para tu bolsillo. Por regla general, aunque siempre hay excepciones, suelen ser los más económicos. Las cosechas –en el caso de frutas y verduras– y el ciclo de reproducción de los animales –en pescados y carnes– permiten que, durante un periodo concreto del año, la disponibilidad en las tiendas de estos productos sea mayor. Y al aumentar la oferta, el precio disminuye. Además, cuando consumes alimentos de temporada, contribuyes al desarrollo de las zonas rurales y a respetar el medio ambiente. Al respetar el ciclo natural y la zona de producción de los alimentos, se evita la implantación de monocultivos intensivos que agotan la tierra.

La compra inteligente

Planificar, leer la etiqueta de los productos y revisar la compra pueden ayudarte a ahorrar en el momento.

Planifica:

Planifica los menús en función de las comidas que se hacen en casa y el número de comensales.
Repasa la despensa para no comprar productos que haya en cantidad suficiente.
Revisa las ofertas y aprovéchalas. Asegúrate de que realmente lo necesitas.
Haz la lista de la compra. Por ejemplo, en una columna los alimentos no perecederos, en otra los frescos, y en otra, los congelados. En el momento de la compra, sigue la lista que has hecho.
Evita ir a la compra con el estómago vacío.

Lee las etiquetas y escoge con cuidado los productos. Te aconsejamos tener en cuenta el contenido de grasa, sal y azúcar.

Lee:
Lee las etiquetas para hacer una mejor selección.
Verifica la información proporcionada por la etiqueta nutricional. Aporta datos útiles para tomar decisiones sobre la calidad del producto.
La etiqueta también te proporciona el listado de ingredientes.
Verifica las fechas de consumo preferente o de caducidad del alimento. Nos indican cuando es el mejor momento para su consumo.

Revisa:
Verifica que el envase o el envoltorio está en perfectas condiciones.
Cuando compares el precio de los distintos productos, ten en cuenta el precio por unidad, no sólo el precio total.

Ahorro en la cocina

Sácale el máximo rendimiento a lo que cocinas y asegúrate de que lo haces sin riesgos.
Si has cocinado más de lo de lo habitual y no sabes qué hacer con lo que sobra, a continuación te sugerimos que sigas ciertas recomendaciones que tienen que ver con la manipulación, almacenamiento y seguridad higiénicas.
consejos

Cocina grandes cantidades y congela en raciones para ahorrar, no sólo tiempo, sino también energía. Aprovecha las sobras de comida: tuesta el pan duro para el desayuno o aprovéchalo para hacer tostadas para el postre.

Convierte las sobras de las legumbres en purés para el día siguiente o los de carne y aves para hacer albóndigas, croquetas o huevos rellenos. Con lo que sobre de pescado cuando cocines, puedes hacer sopa con pasta o crema con patata para la cena.
Si reutilizas el aceite de oliva de las patatas fritas, no lo mezcles con otros aceites.
Con las frutas demasiado maduras o que no se vayan a comer se pueden preparar postres (macedonias, cremas con algún lácteo, etc.), mermeladas o salsas para acompañar ensaladas y platos de carne.


Fuente: www.consumer.es

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